¡ DECLARACION PUBLICA DEL PC
¡HONOR Y GLORIA A LOS MARTIRES DE LA ESCUELA SANTA MARIA!
Hace exactamente cien años, en una modesta escuela de madera situada en el centro de la ciudad de Iquique, fueron acribillados por las fuerzas armadas de Chile 3600 obreros del salitre. En esa época Chile dependía de las exportaciones del salitre, en poder de capitales ingleses, y los empresarios, en el afán de obtener mayores ganancias, hacían que los trabajadores vivieran en situación inhumana, por lo cual se declararon en huelga y marcharon a Iquique en búsqueda de una solución.
Los trabajadores hacían peticiones mínimas y elementales como el reemplazo del salario en fichas por dinero, poner fin al monopolio de las pulperías, solicitaban cerrar con rejas las fosas para impedir las caídas fatales, querían lugares para el funcionamiento de escuelas nocturnas y que se obligara a los patrones a dar un aviso de quince días antes de despedir al obrero. Por último pedían que las salitreras no despidieran a los obreros participantes en el movimiento.
Sin embargo, los empresarios no atendieron estos reclamos y además presionaron para que el gobierno reprimiera el movimiento. El 21 de diciembre de aquel año, por órdenes del Presidente Pedro Montt, impartidas a través del Ministro del Interior Rafael Sotomayor y Carlos Eastman Intendente de Tarapacá, el general de ejército Roberto Silva Renard ordena a sus tropas, reforzadas para la ocasión con regimientos de Tacna y Copiapó, además de marinería de desembarco, abrir fuego contra la multitud de obreros pampinos y sus familias que habían sido confinadas en la Escuela Santa María de Iquique. Pedro Montt pocos días después señala a Silva Renard: “Envío a Ud. mis saludos de año nuevo. Ha cumplido usted los deberes de su cargo en forma que hace honor a su criterio y energía”.
A 100 años de esa masacre, somos parte de un amplio movimiento ciudadano, encabezado por un Comité Nacional Organizador entre las cuales se destaca la Central Unitaria de Trabajadores, para recordar este suceso deplorable a través de múltiples actividades.
Al rendir hoy un homenaje a estos mártires de los trabajadores recordamos que son muchos los capítulos posteriores de la historia de Chile donde esta matriz se repite, y también constatamos que desgraciadamente hoy los trabajadores se ven obligados a reclamar igualmente derechos básicos y elementales producto del retroceso en su situación generado por la dictadura y los gobiernos concertacionistas posteriores.
La lección aprendida por los pampinos fue de más unidad y sindicalización como herramientas para luchar por sus derechos, creándose 2 años después la Federación Obrera de Chile-FOCH, y más tarde, en 1912, el Partido Obrero Socialista.
A cien años de su sacrificio, nuestro homenaje se traduce en luchar por un salario ético para todos los trabajadores, por derechos para los sub-contratados, por un sistema previsional solidario, por salud, educación y cultura de calidad para todos, por el cambio de las normas legales que excluyen a los trabajadores y a los partidos populares e impiden tener una democracia real en Chile. ¡VIVAN LOS TRABAJADORES!
PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
¡HONOR Y GLORIA A LOS MARTIRES DE LA ESCUELA SANTA MARIA!
Hace exactamente cien años, en una modesta escuela de madera situada en el centro de la ciudad de Iquique, fueron acribillados por las fuerzas armadas de Chile 3600 obreros del salitre. En esa época Chile dependía de las exportaciones del salitre, en poder de capitales ingleses, y los empresarios, en el afán de obtener mayores ganancias, hacían que los trabajadores vivieran en situación inhumana, por lo cual se declararon en huelga y marcharon a Iquique en búsqueda de una solución.
Los trabajadores hacían peticiones mínimas y elementales como el reemplazo del salario en fichas por dinero, poner fin al monopolio de las pulperías, solicitaban cerrar con rejas las fosas para impedir las caídas fatales, querían lugares para el funcionamiento de escuelas nocturnas y que se obligara a los patrones a dar un aviso de quince días antes de despedir al obrero. Por último pedían que las salitreras no despidieran a los obreros participantes en el movimiento.
Sin embargo, los empresarios no atendieron estos reclamos y además presionaron para que el gobierno reprimiera el movimiento. El 21 de diciembre de aquel año, por órdenes del Presidente Pedro Montt, impartidas a través del Ministro del Interior Rafael Sotomayor y Carlos Eastman Intendente de Tarapacá, el general de ejército Roberto Silva Renard ordena a sus tropas, reforzadas para la ocasión con regimientos de Tacna y Copiapó, además de marinería de desembarco, abrir fuego contra la multitud de obreros pampinos y sus familias que habían sido confinadas en la Escuela Santa María de Iquique. Pedro Montt pocos días después señala a Silva Renard: “Envío a Ud. mis saludos de año nuevo. Ha cumplido usted los deberes de su cargo en forma que hace honor a su criterio y energía”.
A 100 años de esa masacre, somos parte de un amplio movimiento ciudadano, encabezado por un Comité Nacional Organizador entre las cuales se destaca la Central Unitaria de Trabajadores, para recordar este suceso deplorable a través de múltiples actividades.
Al rendir hoy un homenaje a estos mártires de los trabajadores recordamos que son muchos los capítulos posteriores de la historia de Chile donde esta matriz se repite, y también constatamos que desgraciadamente hoy los trabajadores se ven obligados a reclamar igualmente derechos básicos y elementales producto del retroceso en su situación generado por la dictadura y los gobiernos concertacionistas posteriores.
La lección aprendida por los pampinos fue de más unidad y sindicalización como herramientas para luchar por sus derechos, creándose 2 años después la Federación Obrera de Chile-FOCH, y más tarde, en 1912, el Partido Obrero Socialista.
A cien años de su sacrificio, nuestro homenaje se traduce en luchar por un salario ético para todos los trabajadores, por derechos para los sub-contratados, por un sistema previsional solidario, por salud, educación y cultura de calidad para todos, por el cambio de las normas legales que excluyen a los trabajadores y a los partidos populares e impiden tener una democracia real en Chile. ¡VIVAN LOS TRABAJADORES!
PARTIDO COMUNISTA DE CHILE
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