jueves, 20 de diciembre de 2007

HOMENAJE A P.MANNS EN ALTO HOSPICIO -IQUIQUE

Arriba en la precordillera --subiendo en ascenso vertical, a casi 600 metros sobre Iquique-- Patricio Manns recibe un homenaje de jóvenes y niños músicos de la comuna de Alto Hospicio, en la Plaza del Encuentro, en el sector cívico. El vínculo de Manns con la Orquesta Moderna Juvenil-Infantil de Alto Hospicio, dirigida por Guillermo Galán, tiene larga data.
Manns se mezcla entre el público, de jockey y lentes oscuros. Aunque a veces sonríe ante una cámara, su presencia en este acto organizado por la Coordinadora Comunal de la conmemoración del centenario de la Masacre de 1907, no es casual. El cantautor, poeta, escritor, y activista de la memoria viene casi todos los años a la zona, y ha actuado con estos mismos jóvenes músicos, incluso, en el Teatro Municipal de Iquique.

Pero esta noche de luna turca, en plena pampa, él, tras petición de los noveles músicos, se compromete a convertirse en su "padrino oficial". Padrinazgo que, en el imaginario de los adolescentes, es mucho decir...Eso se desprende de la visible emoción que les embarga ante la figura de Manns, cuando los más pequeños le hacen un obsequio.
Pero hubo más. El grupo que abre el espectáculo, en la Plaza del Encuentro, de Alto Hospicio, es otro conjunto de jóvenes, que se formó en un taller musical de una escuela de Valparaíso, dirigido por el profesor Bonnet. Se trata de los "The Tostados men": saxo tenor César, Javier, en el teclado, Oliver, en la guitarra, Jonatan en el saxo alto, Niko, en la flauta traversa y Daniel, en la batería.
Los quinceañeros interpretaron a Víctor Jara y a Piazzola, con una compostura, con una sencillez que raya en lo perfecto,(por lo menos desde la emoción, que es el camino más recto cuando se habla de Manns o de lo relativo a él, admitiendo que la lucidez tiene los pies y las manos puestos ahí) al punto que los acordes hacen olvidar que estamos en una comuna dormitorio de la gran urbe.Pero, como quien olvida "prepara todas sus derrotas futuras" (MANNS,2006) no olvidemos que Alto Hospicio, en crecimiento explosivo, pasó de pequeña estación salitrera a los 70 mil habitantes. Que aquí vive, la mano de obra que nutre a las "modernas" empresas contratistas mineras. Que aún quedan las huellas de la extracción de la plata en los yacimientos de Huantajaya, que datan de la cultura prehispánica, donde, posteriormente, trabajó en condiciones cercanas al esclavismo mano de obra extranjera.
Los "The Tostados men" tocan a Víctor Jara, los niños de la Orquesta Moderna, también. Y Luis Advis y su cantata sigue siendo la verdadera banda sonora de esta pampa, donde explosionan las formas gigantes, grisáceas, rojas, verdes y amarillas, de plomo, cobre, bronce y estaño, talladas por una mano no humana. Entonces, la memoria (cultural, musical, política) todavía tiene un par de esperanzas. Y eso se puede sentir subiendo al interior de las cosas, en este caso a la altura de Alto Hospicio.

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