El Partido Comunista de Chile considera que la actual discusión sobre el monto del salario mínimo, que efectúa la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) con el gobierno, debe convertirse en un debate sobre el monto básico que debe recibir cada trabajador chileno.
El salario mínimo que se fija año a año tiene que entenderse como un componente del ingreso pero en ningún caso como una cifra total. Se trata del salario base garantizado como mínimo sobre el cual se deben calcular los costos de las horas extraordinarias, participación de utilidades y otros componentes de los recursos que debe recibir de acuerdo con la ley y los derechos que establezca el contrato de cada trabajador y que no debe estar sometido a ningún tipo de merma. Esta cifra debe ser reajustada a lo menos en el IPC de los artículos que consume la gente más modesta, más el incremento de la productividad del trabajo en el curso del período.
Todos los bonos, parte integrante del ingreso, como los de locomoción, colación, etc. no deben ser descontados del salario mínimo sino adicionados a él (ya que, en caso contrario, dejaría de ser básico), y ser parte del ingreso mínimo que la sociedad debe garantizar.
El monto del ingreso mínimo debe ir en la dirección del salario ético reclamado por el obispo Alejandro Goic y por la Conferencia Episcopal entre otras instancias y asumido como necesario por representantes de diversos sectores.
El Partido Comunista recuerda que el Consejo Asesor sobre Trabajo y Equidad planteó en su momento, unánimemente que para los salarios de 7.5 Unidades de Fomento (UF) (monto aproximado del salario mínimo actual) debe aplicarse un suplemento, a cargo del Estado, de 30 mil pesos, que debe resolverse precisamente ahora.
En su mensaje del 21 de mayo la Presidenta Michelle Bachelet se refirió a la necesidad de aumentar el valor de las asignaciones familiares. Ello puede ser un complemento que debe considerar la cifra de ingresos a calcular de acuerdo al salario ético. Un reajuste sustancial de la asignación familiar es un paso que debe darse en el curso de la negociación y ello implica un financiamiento adecuado que provenga de los grandes utilidades del gran capital extranjero y nacional.
En definitiva, el ingreso mínimo garantizado incluyendo bonos, suplemento y asignaciones familiares debiese llegar a la cifra propuesta como salario ético.
Ante la actual ola de alzas de artículos de primera necesidad y el impacto que tiene la desmesurada alza del precio del petróleo, entre otros factores, que están desatando la inflación en nuestro país, la negociación debe acotarse a un año, estableciendo en la discusión criterios para consolidar un método para fijar el salario y el ingreso mínimos a futuro.
Estas orientaciones están presentes en los dirigentes de la Central Unitaria de Trabajadores empeñada en defender estos y otros planteamientos ante las autoridades de gobierno en la senda de conseguir un ingreso digno para los trabajadores chilenos.
Jorge Insunza B.
Área de Trabajadores
Partido Comunista de Chile
El salario mínimo que se fija año a año tiene que entenderse como un componente del ingreso pero en ningún caso como una cifra total. Se trata del salario base garantizado como mínimo sobre el cual se deben calcular los costos de las horas extraordinarias, participación de utilidades y otros componentes de los recursos que debe recibir de acuerdo con la ley y los derechos que establezca el contrato de cada trabajador y que no debe estar sometido a ningún tipo de merma. Esta cifra debe ser reajustada a lo menos en el IPC de los artículos que consume la gente más modesta, más el incremento de la productividad del trabajo en el curso del período.
Todos los bonos, parte integrante del ingreso, como los de locomoción, colación, etc. no deben ser descontados del salario mínimo sino adicionados a él (ya que, en caso contrario, dejaría de ser básico), y ser parte del ingreso mínimo que la sociedad debe garantizar.
El monto del ingreso mínimo debe ir en la dirección del salario ético reclamado por el obispo Alejandro Goic y por la Conferencia Episcopal entre otras instancias y asumido como necesario por representantes de diversos sectores.
El Partido Comunista recuerda que el Consejo Asesor sobre Trabajo y Equidad planteó en su momento, unánimemente que para los salarios de 7.5 Unidades de Fomento (UF) (monto aproximado del salario mínimo actual) debe aplicarse un suplemento, a cargo del Estado, de 30 mil pesos, que debe resolverse precisamente ahora.
En su mensaje del 21 de mayo la Presidenta Michelle Bachelet se refirió a la necesidad de aumentar el valor de las asignaciones familiares. Ello puede ser un complemento que debe considerar la cifra de ingresos a calcular de acuerdo al salario ético. Un reajuste sustancial de la asignación familiar es un paso que debe darse en el curso de la negociación y ello implica un financiamiento adecuado que provenga de los grandes utilidades del gran capital extranjero y nacional.
En definitiva, el ingreso mínimo garantizado incluyendo bonos, suplemento y asignaciones familiares debiese llegar a la cifra propuesta como salario ético.
Ante la actual ola de alzas de artículos de primera necesidad y el impacto que tiene la desmesurada alza del precio del petróleo, entre otros factores, que están desatando la inflación en nuestro país, la negociación debe acotarse a un año, estableciendo en la discusión criterios para consolidar un método para fijar el salario y el ingreso mínimos a futuro.
Estas orientaciones están presentes en los dirigentes de la Central Unitaria de Trabajadores empeñada en defender estos y otros planteamientos ante las autoridades de gobierno en la senda de conseguir un ingreso digno para los trabajadores chilenos.
Jorge Insunza B.
Área de Trabajadores
Partido Comunista de Chile
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